Y sin darme cuenta, estoy a dieta desde el viernes. Me dí cuenta cuando me miré en el espejo anoche, cambiándome para salir. Dije: oh, ¿qué ha pasado con mi panza? Lo pensé y me dí cuenta de que disminuyeron notablemente las porciones de comida que consumo.
Antes: dos o tres platos.
Ahora: uno.
Loquísimo. Gracias Dios por ser tan bueno conmigo. Ok. Olvídense de lo que acabo de decir.
Quiero vivir sólo los sábados (y domingos a la madrugada)
lunes, 16 de agosto de 2010
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Sera que nos estamos complotando(?). yo no hago dieta, pero conoces mi proposito de comer bien, lo que implica no clavarme 3 paquetes de galletitas dulces en la merienda. como sea, el otro dia recibi una alegre sorpresa cuando mi mama y mi hermana me dijeron que estaba mas flaca! GRACIAS... las quiero tanto. jajajajajaa
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