Ayer fue raro. Me levanté temprano (a las 10.00) porque en casa había asado y venía mi hermano y mi cuñada (que, como les conté previamente, se mudaron recientemente a un departamento) y además quería terminar mi cuarto (que lo terminé justo antes de que llegue mi hermano). Cuando llegaron, mamá les mostró mi cuarto (ex cuarto de mi hermano) y le gustó, pero admitió que le parece raro verlo amarillo-naranja (siendo que él siempre lo tuvo de blanco). Después charlamos un poco. En el medio de la charla me bajó la presión por el calor insoportable y tuve que ir al baño a mojarme la nuca, además estaba segura de que iba a vomitar. Por suerte lo último no pasó y me sentí mejor. Después comimos. Antes del asado, y como entrada comimos sushi. Sí, ¿qué carajo? Es el colmo, asado con sushi. El tema es que mi hermano y cía. habían traído sushi porque...porque sí (es una larga historia). Debo decir que casi escupo el sushi de mierda esa arriba de la mesa. Es gusto insoportablemente fuerte a pescado crudo fue repulsivo, por suerte lo pude retener en la boca. El de salmón estaba más rico, más suavecito. Y después comimos un poco de caviar (lo que es la buena vida, ¿eh? Sí, ese frasco de caviar llegó por la misma larga historia que el sushi). En cambio, para una amante de la carne roja como yo, el asado estaba excelente. Durante el almuerzo con papá hablabamos de irnos de vacaciones a la casa del padrino de papá (que se llama igual que un día de la semana) que tiene una casa en Mardel, pero fuimos cambiando de tema y decidimos irnos esa misma noche, durante unos días a Necochea, el lugar al que fuimos hace unos años y del que ninguno se pudo olvidar. Estaba todo casi listo, convencimos a mamá (odia irse de vacaciones porque dice que igual tiene que hacer cosas como en casa, así que para ella no son vacaciones. Pero con el tema de ir a un hotel no podía decir nada) y ya casi que nos íbamos...hasta que a mamá se le ocurrió la genial idea de ver el genial informe del genial clima de la genial ciudad de Necochea. Sí, lluvia. Así que me cago en San Pedro y no me fui de putas vacaciones. Ahora no sé si papá querrá, fue una decisión espontánea, de esas cosas que uno disfruta más. Como decíamos con mi hermano y poníamos varias circunstancias de ejemplo: "son esas cosas que decís: sí, estoy un poco loco, pero eso es lo divertido"
Más tarde, a la noche, quería helado. Ya que no me iba de vacaciones y estaba frustrada y aburrida le dije a papá si no pedía un helado. Papá (como siempre) chequeó por la ventana a ver si la heladería estaba abierta, y sí, estaba abierta. Buscó el número de teléfono y llamó. No contestaba nadie. Volvió a mirar por la ventana y adivinen...estaba cerrado.
Ayer no fue mi día.
Ah, me olvidaba: me duele el culo. No se tiren al sol una hora boca abajo a las 11.00.
lunes, 11 de enero de 2010
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Un día para el olvido digamos. Yo también miro la heladería por la ventana antes de llamar y entiendo el sentimiento de querer matar a todos cuando está cerrada haha.
ResponderBorrarMe gustó leerte, ¡un beso!.
La aclaración del final se presta para malos entendidos. Asado mata sushi, sin duda. En Japón lo comen de dorapa, al sushi, como nosotros damos cuenta de un pancho.
ResponderBorrarque suerte tener heladería enfrente. yo tengo centro de jubilados. Me divierte este blog. Ojalá hayas conseguido vacaciones, o helado, o al menos, no te duela más el culo.
ResponderBorrarQue lindos colores los de tu cuarto, el mío es verde manzana. Horrible quemarte el culo, arde horrores.
ResponderBorraralto dia jjajaja me mato lo d la heladeria, parece sacado d los simpson xD
ResponderBorrarbesotes!