jueves, 3 de julio de 2008



No puedo extrañar tanto a Fernanda Fernandez. La mejor profesora que tuve en toda mi vida. Con el nombre más bizarro jamás visto. Que viajaba en bicicleta al colegio, y que vivía en la loma de la mierda. Que se vestía ridículamente. Que me regalaba nota porque me quería. Que tenía la peor letra que una profesora puede tener. Que le daba clases de derecho a policías a la noche. Nunca pensé que iba a amar tanto a una profesora. Y ahora, ya no es mi profesora. Y la extraño...mucho.

En realidad, si voy a hablar de extrañar mucho las cosas, tendría que hablar demasiado. Muchas veces me arrepiento de haberme cambiado de colegio, por más que haya conocido muchas personas buenísimas, que me bancan siempre y que quiero mucho. Pero como el Brown no hay nada, pero nada de nada. La gente, las profesoras, la directora, mi compañeros...no se compara con nada. Es difícil no extrañar todo eso, ¿no?.

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