sábado, 24 de marzo de 2012

ApuntesDelSubsuelo

-Che, má, vos leíste Apuntes del Subsuelo de Dostoyevski, ¿no?
-Sí, ¿por?
-Porque yo lo estoy leyendo y...
-Me pareció re deprimente, pobre tipo...
-Ah, te iba a decir que me sentía re identificada con el chabón...
-Ah........

Bueno, aparentemente soy, según lo denomina Dostoyevski en su libro (extremadamente filosófico), una persona del subsuelo. Imposible de explicar esto sin faltarle el respeto a Fedor, que desarrolla todo un libro para expresar a qué se refiere con un hombre del subsuelo, pero (perdón, capo) básicamente se trata de un introvertido, interesado por la literatura, a quien muchos (tal vez debería decir todos) detestan y quien no sabe actuar en sociedad. Lógico que sea deprimente. Se cuestiona si preferiría ser un hombre idiota, un hombre de acción o seguir siendo del subsuelo. Deduce que los hombres de acción son más felices, que la reflexión angustia y entristece. Y coincido con él en la conclusión: elijo la angustia causada por el hecho de pensar y no ser una persona estúpida que tan sólo actúa.

martes, 3 de enero de 2012

ElMarinero

Estaba leyendo un librito muy entretenido de Benedetti (La borra de café) y llegué a esa parte que me dejó pensando. Siempre en los libros, por lo menos en la mayoría, llegamos a una parte (o tal vez más de una) en la que nos quedamos pensando, relacionamos el texto con la realidad, con nuestra realidad. Bueno, esa parte hablaba del mar, de las olas. Inmediatamente pensé en mis próximas (muy próximas) vacaciones. Sí, me acordé del mar. Siempre me gustó, me llamó la atención. El sonido. Ojo, el río también. Las olas en general. Me dan miedo, me siento tan chiquita, siento la presión de las olas aplastándome con ese ruido fascinante. Digo fascinante porque me deja en un estado de fascinación cada vez que le presto atención. Tal vez en otra vida fui un marinero con barba y pelos en las piernas, panza y mucho ron en el organismo. No me extrañaría para nada.