domingo, 31 de enero de 2010

Leave those kids alone





Antes que nada me gustaría aclarar para los que entendieron mal la entrada anterior como mi querida amiga Sol: no soy una asesina serial, no soy la reencarnación de Hitler, no pretendo comer gente, no pretendo que se coman a los negros, simplemente deliré un poco.
Ayer conocí una teoría realmente buena de mi amiga Lara. Los negros son buenísimos haciendo deportes, se la bancan laburando como pocos y cantan como la gran puta. Los asiáticos son inteligentísimos y organizados. Los blancos son (o debería decir somos) unos buenos para nada. Bueno, a esta teoría le agregamos que en realidad los blancos sí sirven para algo: para hacer sentir una mierda a las demás razas, para actuar como seres superiores y para dominar el resto del mundo con promesas de mierda, que no tienen sentido.
Son esas cosas que uno delira cuando está con dos amigas. Siempre nos cuestionamos por qué en vez de hablar todo el tiempo de chicos y criticar otras flacas (lo hacemos, sí, pero no todo el tiempo), también hablamos de política, religión, buena música (no hablamos de Daddy Yankee y el nuevo recital de Wisin y Yandel), cosas judiciales (?), historia, entre otras cosas. ¿Es eso normal? Me gustaría que me digan que sí, porque a veces nos sentimos bichos raros.

jueves, 28 de enero de 2010

Meat

Anoche antes de dormir estaba pensando en las personas que se quejan de que algunas personas comen, no sé, palomas por ejemplo, pero con comer carne de vaca no tienen ningún drama. Me parecen unos hipócritas. Y de pronto se me ocurrió que comer gente no sería tan Hannibal si estuviesemos acostumbrados, si comer humanos fuese moneda corriente, si nos hubiesen enseñado desde pequeños que comer personas es lo mismo que comer una costillita de cerdo. Se me ocurrió que la carne de los blancos sería dura, la carne de los negros sería tierna y bien jugosa y la carne de la raza amarilla sería agria y seca. La vida sería un caos total, imagínense ir caminando por la calle y que venga un tipo cualquiera y te mate para llevarte a su frigorífico. O peor todavía, que hayan granjas con minas y "sementales" que se la pasen teniendo relaciones y pariendo chicos, que son criados y alimentados de manera correcta para después ser más tiernitos. Después los llevarían en camiones hasta el frigorífico, donde los matarían y los cortarían para obtener diferentes cortes y luego ser distribuidos. Y teniendo en cuenta la discriminación total que hay en el mundo, me imagino que los que serían comidos serían los negros, porque además, serían más tiernitos y sabrosos.
Ahora que lo pienso, me parece que mi cerebro se está haciendo cada vez más grande y mi cráneo quedó más chico.
Ahora que lo pienso tal vez estoy un poco loca, o simplemente tengo demasiada imaginación.
Tengo que dejar de pensar antes de irme a dormir, o voy a tener que escribir en mi blog desde un loquero.

martes, 26 de enero de 2010

I don't live today

¿Viviré mañana? Bueno, no lo sé. Pero sí estoy segura de que hoy no vivo. No entra el sol a través de mi ventana, siento que vivo en el fondo de una tumba. Desearía que te apures y me rescates para seguir mi miserable camino. Hoy no vivo, tal vez mañana, no podría asegurarlo, pero hoy no vivo. Es una lástima desperdiciar el tiempo así, existiendo.

Temazo de Hendrix, me siento tan identificada algunos días. Sepan que la traducción es una verga que yo hice como se me cantó. No vayan a creerse que son las palabras exactas que el mismo Jimi usó.

lunes, 25 de enero de 2010

Volví. Aunque ví unas cuantas malas noticias en un par de blogs amigos. Fuerza para ellas.

domingo, 17 de enero de 2010

Adío

Día ejemplar. Esas charlas con mi viejo mientras almorzamos asado, las corridas con mi hermanito, los días de sol.
Me voy unos días a lo de mi abuela, así que no voy a escribir (no pienso ir a un cyber, no, señor). Tengo malas noticias para los que me siguen desde hace mucho: no sé si recordarán que les conté cierta vez sobre los pollitos de mi abuela, creo que fue durante el invierno pasado. Bueno, mi abuela regaló los pollitos porque le comieron todo el pasto. Así que este verano no voy a poder analizarlos como durante los días de frío, no sabré cómo actuan en días de extremo calor. En fin, puedo hacer el análisis en otro momento de mi vida.
Anoche fui a ver Sherlock Holmes. Estuvo buena. Igual nada que ver a los libros, pero qué se yo, estuvo entretenida. A Jude Law ya lo amaba, pero me enamoré del otro (no sé cómo se llama, ni me interesa buscarlo en Google) haciendo de Sherlock, porque no es un tipo lindo como para que me enamore de él haciendo de él. Está bien que a mí me gusta cada cosa...
Puse esta foto como fondo de pantalla y todos los que usan la compu me dicen: "qué foto horrible", "me asustó", etc., etc.. No entiendo por qué, a mí me encanta.
Los saludo muy cordialmente.
Nos vemos cuando vuelva (todavía no sé cuándo será ese día)

viernes, 15 de enero de 2010

Página 157

Anoche a las 2.00 de la mañana me encontraba tirada en mi cama leyendo "El amante de Lady Chatterley". Las veces que había intentado dormirme no pude, así que seguí leyendo. Cuando estoy despierta a esas horas de la madrugada, mis sentidos se ponen alertas, sobre todo mis oídos. Estaba leyendo una parte "hot" cuando de pronto escucho ladrar a mi perra como si alguien la estuviera matando. Me levanto sigilosamente para no despertar a nadie (qué linda es la palabra "sigilosamente") y me asomo por la ventana, tratando de localizar a mi perra y hacia dónde ladraba. La encontré, también encontré a qué le ladraba, eran unas personas que iban caminando por la calle. Vale aclarar que vivo en un pueblo y a esas horas no hay nadie caminando por la calle. La perra deja de ladrar, la gente desaparece, se fueron caminando. Vuelvo a mi cuarto a seguir leyendo. Diez minutos después mi perra vuelve a ladrar, me asomo, eran mis vecinos que se iban (eso fue rarísimo, pero bueno, no era de mi incumbencia). Volví a leer. Volvió a ladrar mi perra. Había gente parada en la esquina de casa. Se fueron. Volví a leer. Mi perra no ladró más. De pronto escuché unos gritos. ¿Vieron la Naranja Mecánica? Eran gritos parecidos a los que emitía Georgie Boy cuando iban viajando en el auto hacia "Home". Sí, me cagué hasta las patas, aunque tenía la esperanza de que aparezca Malcolm MacDowell y me cagara a piñas si era necesario. El tema es que los gritos fueron cesando y yo me quedé tranquila y seguí leyendo. Sí, conté todo esto al pedo porque no pasó nada interesante. Lo interesante viene ahora: les dejo un fragmento de "El amante de Lady Chatterley" de David Herbert Lawrence.

-¿No le preocupa el riesgo? -preguntó con la voz apagada-. Debería preocuparle ahora para no la­mentarlo cuando sea demasiado tarde.
Había en su voz un ruego que era una extraña ad­vertencia.
-No tengo nada que perder -dijo ella casi de mal humor-. Si usted supiera en qué consiste pensaría que debía alegrarme de perderlo. Y usted, ¿tiene miedo por sí mismo?
-¡Sí! -dijo él rápidamente-. Lo tengo. Tengo miedo. Tengo miedo. Tengo miedo a las cosas.
-¿Qué cosas? -preguntó ella.
Sacudió de forma curiosa la cabeza hacia atrás, in­dicando el mundo exterior.
-¡Las cosas! ¡Todo el mundo! Todos ellos.
Luego se inclinó y besó de repente su cara infeliz.
-No, no me importa -dijo él-. Adelante y que se vaya todo a la mierda. ¡Pero si supiera que va usted a lamentar haberlo hecho...!
-No me deje -rogó ella.
El puso sus dedos sobre la mejilla de Connie y vol­vió a besarla repentinamente.

miércoles, 13 de enero de 2010

ladra

El otro día, a raíz de la muerte de Sandro, me puse a pensar y se me vinieron a la mente varias muertes (soy una trágica de mierda). Me acordé de cuando murió el hijo del almacenero. Shock. Me acordé de cuando murió Guinzburg. Shock. Me acordé de cuando murió mi bisabuela. No fue shockeante, fue triste. Entonces se me ocurrió que uno piensa en la posibilidad de que algún ser querido o cercano puede morir. ¿Pero uno a veces se sorprende al encontrarse pensando en una persona que no vemos tan diariamente? Yo por lo menos no, nunca pensé que el hijo del almacenero podía morir, no sé, era como inmortal. Era un personaje extra. Es tan terrible pensado así, es casi como si la persona no existiera o fuera más ficción que otra cosa. Y yo creo que por eso me sorprendió tanto, porque nunca pensé en eso, nunca se me ocurrió que esa gente podía morir, tal vez porque nunca tuve en cuenta a esas personas, eran parte del paisaje, eran artistas a los que les pagaron para que actuen en mi vida, para que yo me sienta más real, para que mi vida pareciera una vida, para mí, sólo para mí. Entonces llegué a una conclusión final: soy tan, pero tan egoísta que no lo puedo creer.

lunes, 11 de enero de 2010

Fuck off

Ayer fue raro. Me levanté temprano (a las 10.00) porque en casa había asado y venía mi hermano y mi cuñada (que, como les conté previamente, se mudaron recientemente a un departamento) y además quería terminar mi cuarto (que lo terminé justo antes de que llegue mi hermano). Cuando llegaron, mamá les mostró mi cuarto (ex cuarto de mi hermano) y le gustó, pero admitió que le parece raro verlo amarillo-naranja (siendo que él siempre lo tuvo de blanco). Después charlamos un poco. En el medio de la charla me bajó la presión por el calor insoportable y tuve que ir al baño a mojarme la nuca, además estaba segura de que iba a vomitar. Por suerte lo último no pasó y me sentí mejor. Después comimos. Antes del asado, y como entrada comimos sushi. Sí, ¿qué carajo? Es el colmo, asado con sushi. El tema es que mi hermano y cía. habían traído sushi porque...porque sí (es una larga historia). Debo decir que casi escupo el sushi de mierda esa arriba de la mesa. Es gusto insoportablemente fuerte a pescado crudo fue repulsivo, por suerte lo pude retener en la boca. El de salmón estaba más rico, más suavecito. Y después comimos un poco de caviar (lo que es la buena vida, ¿eh? Sí, ese frasco de caviar llegó por la misma larga historia que el sushi). En cambio, para una amante de la carne roja como yo, el asado estaba excelente. Durante el almuerzo con papá hablabamos de irnos de vacaciones a la casa del padrino de papá (que se llama igual que un día de la semana) que tiene una casa en Mardel, pero fuimos cambiando de tema y decidimos irnos esa misma noche, durante unos días a Necochea, el lugar al que fuimos hace unos años y del que ninguno se pudo olvidar. Estaba todo casi listo, convencimos a mamá (odia irse de vacaciones porque dice que igual tiene que hacer cosas como en casa, así que para ella no son vacaciones. Pero con el tema de ir a un hotel no podía decir nada) y ya casi que nos íbamos...hasta que a mamá se le ocurrió la genial idea de ver el genial informe del genial clima de la genial ciudad de Necochea. Sí, lluvia. Así que me cago en San Pedro y no me fui de putas vacaciones. Ahora no sé si papá querrá, fue una decisión espontánea, de esas cosas que uno disfruta más. Como decíamos con mi hermano y poníamos varias circunstancias de ejemplo: "son esas cosas que decís: sí, estoy un poco loco, pero eso es lo divertido"
Más tarde, a la noche, quería helado. Ya que no me iba de vacaciones y estaba frustrada y aburrida le dije a papá si no pedía un helado. Papá (como siempre) chequeó por la ventana a ver si la heladería estaba abierta, y sí, estaba abierta. Buscó el número de teléfono y llamó. No contestaba nadie. Volvió a mirar por la ventana y adivinen...estaba cerrado.
Ayer no fue mi día.
Ah, me olvidaba: me duele el culo. No se tiren al sol una hora boca abajo a las 11.00.

Mi negocio es legítimo

¡Listo! Ya se ubicó lo último (los zapatos) Ya miré tres capítulos de diferentes series seguidas en mi actual habitación (Cold Case, The Mentalist, Gossip Girl) Ya pasé mi colchón (adorado colchón) Ya escuché dos CD's de los Beatles (Help! y Rubber Soul) Ya terminé.
Hoy fue un día complicado, movidito, un día en el que todo me salió mal (excepto por la mudanza) Pero bueno, como suelo decir, son cosas que pasan en el barrio fino (sí, ya sé, ni me lo digas)

Y como diría mi amigo Gon Lucero:
Todo re megapalo piola vago palo.
(Yo pregunté lo mismo: ¿qué carajo es palo? Él contestó)
Se llama flashear con originalidad.

domingo, 10 de enero de 2010

Casi

Nunca pensé que iba a costar tanto pasar la ropa de mi viejo placard al nuevo. Todavía faltan los libros y los cds igual, otro tanto. No puedo creer la cantidad de cosas que tengo: algunas al pedo y otras no tanto. Tiré bastantes cosas, otras no pude, yo creo que es cuestión de tiempo. A veces uno tarda un poquito más en despegarse de algunas cosas (por ejemplo dos ositos de peluche que fueron la estrella principal en mi infancia) Pero falta cada vez menos, mi cuarto ya va tomando color. El tema es que mañana hay asado en casa y no me voy a poner a ordenar las cosas que me faltan, así que otro día sin mudarme de pieza.
Tendría que irme a dormir así mañana me levanto un poco más temprano y veo si termino de ordenar o sigo un poco más. Pero no sin antes leer un poco de "El amante de Lady Chatterley" de D. H. Lawrence.

miércoles, 6 de enero de 2010

Miau

Ahora mi cuarto es un quilombo, hay ropa por todos lados. Pero mi futuro cuarto, que solía ser blanco, es amarillo o naranja, no sé, no lo pude definir. Sí, me gustan los colores. Papá ya me puteó porque le va a costar mucho sacar el verde casi fluorescente que dejé en mi habitación vieja (que sigue siendo mi habitación hasta que papá termine de pintar mi nuevo cuarto). Estoy ansiosa por pasar toda mi ropa (el placard de mi nuevo cuarto es más grande, en realidad la habitación en sí es más grande) y por pasar mis muebles al ex-cuarto de mi hermano. Lo único que voy a extrañar es mi aire acondicionado..mi nuevo cuarto tiene un ventilador del orto, pero bueno, son los sacrificios que hace uno para obtener la habitación más grande de la casa (es 40 cm más grande que mi antiguo cuarto JA, me cago en la diferencia).
Debo agregar que me pasé el día de ayer lijando los bordes de la ventana, la puerta y el placard y hoy tuve que lijar mi nueva cajonera. Igual no me quejo, prefiero hacer algo antes que pasarme el día jugando a los sims 2 o viendo películas.
Estoy feliz.

lunes, 4 de enero de 2010

Me mudo
de cuarto