lunes, 4 de julio de 2011

11138 - Losing my religion

La vida es muy bella en muchos aspectos. Muy, pero muy, muy bella.
Pero en algunos otros aspectos, apesta.
Hay tres cosas que perturban mi equilibro en este momento:
-Mi enfermedad terminal (lease gripe o algo así) que me saca las ganas de hacer las cosas que tengo que hacer y me obliga a ir dondequiera que vaya con un rollo de papel higiénico.
Lo único bueno de esto son mis teatralizaciones: "Cuando esta enfermedad acabe conmigo, dile a mi madre que la amaba...", a lo que mi vieja, que odia el humor negro, responde: "ay, Lucía, no digas eso" y pone cara de "Dios no quiera"
-La nota de matemática que tengo que ir a buscar mañana. Eso definiría, más o menos, si me suicido o no. No quiero ir a final y menos con un ocho en el primer parcial, soy una estúpida si voy a final. Además, tengo planes demasiado buenos para estas vacaciones de invierno y no me gustaría tener que organizar todo mientras practico para un final (encima de matemática, que lleva tiempo)
-El trabajo práctico (el último del cuatrimestre) que tengo que entregar el jueves para Proyectual que define mi cuatrimestre en esa materia. Es el último paso, pero cómo cuesta darlo. Encima con esta muerte lenta y sostenida (un poco dramática soy) me cuesta banda ponerme a laburar.

4 comentarios:

  1. No sé si serás de esas a las que les importa pero, por si lo sos: lo positivo de las enfermedades terminales es que, en general, cuando se desterminalizan (?)una termina con un par de centímetros más de alto y un par de centímetros menos de ancho :)

    ResponderBorrar
  2. No sabia que estabas enferma querida amiga, si haces testamento dejame algo, gracias (? con respecto a metematica, mucha mierda, con respecto a proyectual, lo mismo. Nos vemos prontamente.

    ResponderBorrar