Esta mañana, después de una larga noche, estaba hablando por teléfono y me pareció divisar el auto de mi viejo. Muy concentrada con mi charla telefónica, abro la puerta del auto y me encuentro con un rubio con cara de triste que me miraba de manera extraña. Uh, disculpá, fue lo único que se me ocurrió antes de estallar en carcajadas. Cerré la puerta y me reí hasta que la situación perdió la gracia. Gracias a Dios que no estaba completamente sobria, si no hubiera sido posiblemente la peor situación de mi vida.
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¿Y? ¿Qué tal? ¿Ya te moriste?
ResponderBorrarSi quisiste poner el titulo en francés, es sin la s. Tre bien
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