Bu
eeeeeeno, paso a contar mi día de hoy porque fue bastante interesante.
Me levanté un poco más tarde que los demás días. Tenía diez minutos para prepararme e irme al colegio, increíblemente no llegué tarde.
Una vez en el colegio la profesora Lidia Helena Piazza de Salom dio una hermosa charla sobre el ex presidente Alfonsín, ahora difunto. Ahora mismo me voy a poner a leer sobre ese señor, porque la verdad no estoy muy interiorizada en el tema.
Pasé todo el día en el colegio, los miércoles son uno de los días más aburridos de la semana. Cuatro horas con la misma profesora y con materias un poco cansadoras, pero nada que no se pueda soportar. El problema es que ese mismo día tenemos Historia y Geografía, además de Psicología y Filosofía.
Por otro lado, hoy es el cumple de Rolo (hermano de Solchu), compañero, transportista, adquiridor de bebidas y coordinador, entre otras cosas de muchas de nuestras jodas. Por lo tanto se merecía un buen festejo de cumpleaños. Lo bueno fue que ya teníamos todo organizado, Ceci iba a traer la torta golosa hecha por su madrecita y un afiche con fotos de nuestras salidas descontroladas y otras boludeces escritas. Lo malo fue que Ceci
faltó al colegio.
¿Qué decidieron hacer Solange, Lucía, Ayelén y Luz
? Compraron una cartulina, hicieron carteles y dibujos y la decoraron muy felizmente. Al salir de la escuela, corrieron hacia la panadería a dos cuadras del colegio a comprar una torta. El problema era que sólo disponían de quince pesos y las tortas salían entre treinta y cincuenta pesos. Por suerte, las panaderas tenían tarta de ricota, que salía dieciséis pesos. Entonces decidimos comprar esa tortita, que estaba muy rica la verdad.
Nos dirigimos luego de eso hacia McDonalds para comer la torta y desearle un muy feliz cumpleaños a Rodriguín. Y bueno, comimos...y cómo comimos.
Después de dos horas de festejarle el cumple al Rolo guachen, nos fuimos a Educación Física, con la divina de Silvia (
gorda jeropa) y nos dio a elegir entre hacer Softball o Handball. En cualquier otra situación hubiese sido una decisión un poco difícil tal vez, pero me decidí por Softball por dos motivos: el primero es que no soy muy buena en el Handball, y la segunda es que hay algunas personas que se creen demasiado, se creen dioses del Handball y es totalmente
in-soportable.
Entonces nos pusimos a jugar Handball con mis queridas amigas Catalina, Solange y Lara (yo era la única con un nombre vulgar, Lucía. Me acabo de dar cuenta). Y la verdad fue muy divertido, entre algunas excavaciones con Lara, una tocadas de culo con guante de Softball con Catalina y otras boludeces con Solange, me divertí y mucho.
Eran ya las cinco de la tarde cuando pudimos al fin poner un pie fuera del colegio. Estaba por irme a tomar mi preciado colectivo hasta la puta terminal de Vergacity cuando una amiga se ofreció a llevarme.
Y después de todo llegué a casa. Si, llegué. Y pretendo no moverme de acá hasta el viernes, porque mañana es
FERIADO, sisisi feriadísimo.
P.D.: Me encantaría subir a mi Blog mis cuentos, pero tengo miedo que me los roben. Ya los van a leer cuando sea famosa.